Debemos guardar y atesorar los mandamientos de Dios, no solo para cumplir con sus exigencias, sino porque ellos nos dan vida y propósito; así es, ya que la vida puede ser abrumadora, y a menudo sentimos que no sabemos cómo manejarla; pero es en Dios donde encontramos refugio, paz y tranquilidad
LECTURA
1 Hijo mío, presta atención a lo que digo
y atesora mis mandatos.
2 Afina tus oídos a la sabiduría
y concéntrate en el entendimiento.
3 Clama por inteligencia
y pide entendimiento.
4 Búscalos como si fueran plata,
como si fueran tesoros escondidos.
proverbios 2:1-4
MEDITEMOS: DEBEMOS GUARDAR Y ATESORAR LOS MANDAMIENTOS DE DIOS
El proverbista nos invita a prestar atención a lo que dice Dios, a atesorar sus mandatos y a concentrarnos en el entendimiento. Sin embargo, no es fácil. A menudo sentimos la tentación de rechazar las enseñanzas de Dios y seguir nuestras propias vías. Pero si queremos encontrar la dirección de Dios, debemos hacer lo siguiente:
- Aceptemos en lugar de rechazar sus enseñanzas
- Guardemos y atesoremos sus mandamientos
- Clamemos por el discernimiento para conocer su voluntad
- Busquemos a Dios con diligencia y humildad
El discernimiento es clave para conocer la voluntad de Dios. Debemos clamamos por el entendimiento para poder tomar decisiones acertadas y edificantes. Y para lograr esto, debemos buscar a Dios con diligencia y humildad. Cuando lo hacemos, encontraremos el mayor tesoro que es el temor a Jehová.
OREMOS
Dios necesitamos acercarnos más a ti con la actitud correcta para conocer tu voluntad en cada área de nuestra vida; concédenos gracia y paz en nuestra búsqueda continua de tu presencia. Gracias por tu palabra que alienta nuestro corazón a no desmayar.
En conclusión, encontrar el mejor tesoro en la vida no es fácil. Requiere disciplina, perseverancia y una actitud de obediencia hacia Dios. Pero si nos comprometemos a aceptar sus enseñanzas, a buscar su voluntad y a atesorar sus mandamientos, encontraremos la paz y la tranquilidad que buscamos.