Debemos guardar y atesorar los mandamientos de Dios, no solo para cumplir con sus exigencias, sino porque ellos nos dan vida y propósito
¿Qué pasaría si nos recordáramos de la fuente de nuestra paz y tranquilidad? La respuesta está en los Proverbios: “Vuelve a tu primer amor”.
En un mundo lleno de tentaciones y falsedades, es fácil perder el rumbo y caer en las trampas del pecado. Pero Dios te está buscando
El ser humano está lleno de necesidades que solo podemos llenar en Dios, pero los engaños del mundo tratan de “llenarlos” con falsedades