Siembra sabiduría y cosecharás honor es un principio que resalta la importancia de la educación espiritual en el hogar, donde cada lección y consejo dado con amor y paciencia se convierte en una semilla que, con el tiempo, dará frutos de respeto, gratitud y honor.
Pero, ¿Quién tiene más responsabilidades dentro del hogar? aunque nos podemos sentir tentados de decir con rapidez: “los padres de familia”; por el hecho de suplir cada una de las necesidades de los hijos, pero en la realidad espiritual es que tanto los padres como los hijos tenemos roles bien definidos con sus responsabilidades claras para cosechar honores; iniciemos entonces con este devocional:
LECTURA
8 Hijo mío, presta atención cuando tu padre te corrige;
no descuides la instrucción de tu madre.
9 Lo que aprendas de ellos te coronará de gracia
y será como un collar de honor alrededor de tu cuello.
Proverbios 1:8-9
MEDITEMOS SOBRE SIEMBRA SABIDURÍA Y COSECHARÁS HONOR
Si te habías preguntado si realmente la familia es importante? la respuesta es, sí; ya que Dios revela en estos versículos la relevancia de sembrar sabiduría en cada una de las personas que lo integran de tal manera que todos puedan fructificar honor.
Veamos los roles que Dios espera que desempeñemos con plenitud:
- El padre y la madre tienen el privilegio y responsabilidad de instruir, disciplinar a sus hijos a través de la palabra de Dios.
- Los hijos tienen el privilegio de escuchar con atención las enseñanzas de sus padres, a su vez valorarlos y respetarlos en cada palabra y acción.
Así es, todos necesitamos poner nuestro granito de arena para tener un corazón receptivo a cada consejo que viene de Dios a través de nuestros padres; y como padres no podemos limitarnos a nuestros propios conocimientos humanos, necesitamos orientar a los hijos exclusivamente en los caminos de Dios
De manera que, ambos padres participan en el proceso de instrucción y los hijos obedecen a plenitud las instrucciones de Dios a través de ellos para tener una vida atractiva y llena de honor.
OREMOS
Oh Dios ayuda a cada padre y madre en su privilegio y responsabilidad de instruir a sus hijos en tus caminos; es una tarea retadora que realmente solo tú puedes ayudarlos; también ayuda a cada hijo e hija a valorar a sus padres, prestando atención a los consejos y obedecerlos para tener una vida llena de honra que glorificará tu nombre; amen