¿Qué pasa cuando nos sentimos oprimidos y no sabemos cómo seguir adelante? Declaremos que Dios es nuestro refugio; encontremos en El, la verdadera paz y tranquilidad que nuestra alma necesita en los momentos mas adversos que la vida conlleva.
Declaremos que Dios es nuestro refugio
Así como el autor del salmo 9 lo hizo y lo dejo plasmado en los versos 9 y 10
9 El SEÑOR es un refugio para los oprimidos, un lugar seguro en tiempos difíciles. 10 Los que conocen tu nombre confían en ti, tú, oh SEÑOR, no abandonas a los que te buscan.
Los versículos del salmista nos hablan de un Dios que es un lugar seguro en tiempos difíciles. El Señor es el refugio para los oprimidos, la ciudadela fuerte en el tiempo de angustia. Cuando conocemos a Dios sabremos que podemos confiar en Su presencia, ya que ahí encontramos paz y tranquilidad en todo momento aun en el peor caos.
Cuando sabemos que Dios es fiel y no nos abandonará, podemos descansar en sus ricas promesas.
¿Qué significa conocer a Dios?
Significa reconocer en meditar en sus promesas; es decir, leyendo la Biblia; dedicando tiempo para tener comunión con el a través de la oración; esto nos permitirá alimentar nuestra alma con su presencia y aun cuando todo parezca desfallecer sabremos que Dios es fiel, poderoso, verdadero digno de toda confianza y nuestra alma podrá encontrar descanso porque todo lo que El promete lo cumple.
Dios es fiel, verdadero, poderoso y cuando confiamos en El, encontramos descanso que nuestra alma necesita.
¿Quién es el refugio de nuestra vida?
Tenemos que ser honestos en responder esa pregunta, porque en ocasiones ponemos al dinero, las amistades, recursos incluso hasta personas como refugio; es ahí donde las tribulaciones se hacen más intensas porque en el momento apremiante estos “refugios” pueden estar no disponibles y la frustración se hace mas aguda en nuestras vidas… ¿Para que poner en riesgo nuestra vida en cosas efímeras? Mejor hagamos a Dios nuestro lugar seguro.
Conclusión
Dios es nuestro refugio, nuestro lugar seguro en tiempos difíciles. Al reconocerlo como nuestro Dios y Salvador lleno de sabiduría, poder y bondad, accionaremos esa dependencia en ÉL; así es, aunque nos enfrentemos a adversidades, nuestra vida estará llena de paz ¡Comencemos entonces a buscar este refugio! Suscríbete a nuestras redes sociales para recibir más contenido que fortalece tu vida.