En la vida, hay una serie de decisiones que pueden llevarnos la muerte dolorosa; por ello Dios nos dice: no caigas en la trampa de la codicia y la insensatez; acompáñame a realizar este devocional, para reflexionar sobre la importancia de mantenerse alejado de estos pecados y de no dejar que la avaricia cause ceguera en nuestra mente y corazón.
LECTURA
15 ¡Hijo mío, no vayas con ellos!
Mantente alejado de sus caminos.
16 Ellos corren a cometer malas acciones;
van de prisa a matar.
17 Si un pájaro ve que le tienden una trampa,
sabe que tiene que alejarse.
18 En cambio esa gente se tiende una emboscada a sí misma,
pareciera que busca su propia muerte.
19 Así terminan todos los que codician el dinero;
esa codicia les roba la vida.
proverbios 1:15-19
MEDITEMOS SOBRE NO CAIGAS EN LA TRAMPA DE LA CODICIA Y LA INSENSATEZ
En el mundo actual, es fácil sentirnos tentados por las atracciones mundanas y dejar de lado nuestra fe cristiana. El dinero, el poder, la fama… son solo algunos ejemplos de las cosas que pueden atraer nuestra atención y llevarnos lejos de Dios. Pero ¿qué sucede cuando nos dejamos llevar por estos deseos? Según los Proverbios 1:15-19, «Si un pájaro ve que le tienden una trampa, sabe que tiene que alejarse. En cambio, esa gente se tiende una emboscada a sí misma, pareciera que busca su propia muerte».
Es importante recordar que Dios nos ha dado sabiduría y guía para evitar los peligros y caminos que pueden llevarnos al pecado. Pero ¿por qué es tan difícil dejar de lado nuestros deseos y seguir la voluntad de Dios? La respuesta está en nuestra naturaleza humana. Somos criaturas frágiles y propensas a caer en la tentación.
Pero, hay una buena noticia: podemos pedir ayuda a Dios; digámosle a nuestro Salvador y Redentor «Ayúdanos, Dios, para no apartar la mirada de ti, para que no caminemos por senderos que llevan a la destrucción». La fe en Dios es nuestra mejor defensa contra la tentación y el pecado. De hecho, te invito al siguiente segmento de oración
OREMOS
Perdónanos, Dios, porque en ocasiones hemos dejado que la avaricia cause ceguera en nuestra mente y corazón; ayúdanos a no apartar la mirada de ti para que no caminemos por senderos que llevan a la destrucción. Gracias Dios porque tus consejos siempre llegan a tiempo; amen.
Concluyamos diciendo: No caigas en la trampa de la codicia y la insensatez. Recuerda que Dios te ha dado sabiduría y guía para evitar los peligros y caminos que pueden llevarnos al pecado. Pedí ayuda a Dios y sigue su voluntad, no importa cuán difícil sea. Júntate con nosotros en nuestra búsqueda de la fe y la vida cristiana. Suscribirse a nuestras redes sociales para recibir más contenido, seguir el sitio web para mantenerse al tanto de nuevas publicaciones, mirar el video que está incluido en el artículo, compartir el post con sus amigos y familia para difundir el mensaje.
